Transmite seguridad y tranquilidad
A nadie se le escapa lo estresante que puede ser, más que el aeropuerto en sí mismo, el hecho de tener que usarlo. Hay que sortear el tránsito rodado que hay entre nuestra casa y el aeropuerto de salida para poder llegar anticipadamente, localizar los mostradores, facturar maletas, pasar controles de seguridad, encontrar las puertas de embarque y cruzar los dedos para que todo vaya bien. A esto, hay que añadir el miedo que algunas personas padecen al acto de volar.
La aromatización de un espacio determinado no implica solamente que huela bien. El sentido del olfato en el ser humano es uno de los más poderosos evocadores de recuerdos y sensaciones. Así pues, ¿por qué no utilizarlo para hacernos sentir cómodos y calmados, aunque nos encontremos fuera de nuestra zona de confort?
La arquitectura sensorial se ha desarrollado para conseguir que en ciertos espacios se huelan determinadas fragancias que incitan a las personas que transitan por ellos a relajarse o activarse, dependiendo del entorno sensitivo que queremos generar.
