EL MARKETING EXPERIENCIAL Y SU RELACIÓN CON LAS EMOCIONES

Los recuerdos que tenemos están muy ligados a las emociones y experiencias que vivimos. ¿Quién no tiene una vivencia de la niñez que recuerde por el papel fundamental que jugó alguno de sus sentidos? Tacto, olfato, gusto… Nuestros comportamientos frente a las empresas se crean en función de esos mismos recuerdos y es justo en ese punto en el que el marketing experiencial juega un papel protagonista. El marketing experiencial son todas aquellas acciones que desarrollamos que ponen en marcha vivencias sensoriales que fomentan bienestar y placer.

Esas vivencias del marketing experiencial hacen que el consumidor las asocie positivamente y que puedan transformarse en acciones de compra frente a un servicio concreto. La promesa de marca hace que los clientes busquen interactuar con la compañía y en esas interacciones es en las que se puede aprovechar el potencial del marketing experiencial.

EL MARKETING EXPERIENCIAL Y LA HUELLA DE LAS EMOCIONES

Las estrategias que ponen en marcha experiencias sensoriales dentro del marketing experiencial a la hora de comprar son parte del éxito de las compañías. Son una forma ideal de implementar humanidad en los procesos de compra y poner en un segundo plano la transacción pura y dura. El trato personalizado, la atención dedicada y la generación de experiencias son las partes que generan diferenciación y, por tanto, un recuerdo y un comportamiento futuro a favor de la marca.

Las emociones son importantes porque suponen un paso inicial de la cadena secuencial que lleva de ellas al pensamiento y del pensamiento a la acción de consumo.

LA APLICACIÓN DE LAS EXPERIENCIAS

La opción más clara es ofrecer un valor adicional antes o durante el proceso de compra, pero tener claro cuál es la parte más complicada. La aplicación de las experiencias sensoriales puede ser una opción muy buena. Los sentidos son aliados de cualquier proceso y algunos como el olfato juegan un papel importante. Recurrir a ellos dará valor añadido a la marca y servicio y generará un recuerdo que mejorará notablemente el marketing experiencial.

Un ejemplo de marketing experiencial es el Odotipo de AromatizaMe. Se basa en la creación de un aroma único y personal para la marca. La distinguirá de todas las demás y provocará la generación de esa experiencia sensorial única. Captarás la atención del consumidor y crearás un vínculo emocional, ya sea en un negocio de cara a los clientes o en una oficina de cara a los propios empleados y su productividad. Cualquier espacio en el que exista una afluencia de público y que requiera mejorar procesos y desarrollar acciones, es susceptible de un Odotipo.

Muchos estudios demuestran que el olfato es el sentido que más afecta a los recuerdos. Tanto es así que recordamos el 35 % de lo que olemos. Un porcentaje muy alto frente al 1 % de lo que tocamos, el 2 % de lo que oímos o el 5 % de lo que vemos. Es un fantástico recurso para iniciar una acción de marketing experiencial.

AromatizaMe es una empresa de marketing experiencial especializada en el olfato que mejora tu plan de marketing ofreciendo experiencias sensoriales y genera recuerdos, emociones y comportamientos presentes y futuros.

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