El poder del marketing olfativo es incuestionable. Solamente nos hace falta entrar en una panadería y disfrutar con el olor a pan artesano recién hecho o acudir a una sala de cines y deleitarnos con el olor a palomitas.

De la misma manera, está contrastado que la capacidad para contar historias o storytelling es un arma definitiva para captar la atención de un producto o servicio. Encuadrarlo bajo un guion refuerza lo que queremos transmitir y amplifica su valor de cara al cliente potencial.

¿QUÉ OCURRE SI LOS UNIMOS?

Una buena historia y sobre todo bien planteada, ayuda enormemente a entender y a potenciar el valor de un bien. Así, una historia puede llegar a calar a nivel emocional, además de intentar demandar los valores cuantitativos o cualitativos de una marca.

Cuando hablamos del campo de las emociones, el marketing sensorial y olfativo gana un lugar estratégico en el posicionamiento de la narrativa de una historia. Es entonces cuando hablamos del neuromarketing, una ciencia que investiga y estudia cómo se comporta el cerebro en un proceso de compra.

ODOTIPO: IMAGEN DE MARCA

Cuando asociamos un aroma único y personalizado a una empresa, estamos creando imagen de marca y potenciando nuestro branding. Diseñar un olor que defina nuestros valores corporativos será nuestra mejor carta de presentación y una gran seña de identidad.

Por ejemplo, cuando una empresa quiere potenciar su imagen ecológica y de productos naturales sostenibles con el medio ambiente, utilizará aromas limpios, frescos, cítricos, con toques a incienso, etcétera… Esto hace que la persona que acuda a su establecimiento capte el mensaje y le haga transportarse por completo a la naturaleza.

DESCRIBIR EMOCIONES CON STORYTELLING

La influencia que tiene el storytelling sobre el consumidor es muy alta, pero al estar acostumbrado a ella puede necesitar un empujón adicional. Y esto se consigue a través del relato de historias llenas de emociones.

Steve Jobs un visionario del marketing fue capaz de llegar al gran público en 2001 cuando triunfó con su dispositivo digital para escuchar música, el Ipod. Por aquel entonces su lema fue: “1000 canciones para tu bolsillo” dando una gran lección de storytelling apelando a las emociones.

Por este motivo, ¿Por qué no incorporar el marketing olfativo en una historia para conseguir mejores resultados? Quien no se imagina una sala de cine mientras se proyecta Chocolat de Juliette Binoche y Johnny Depp, y el aroma a chocolate inunda la sala. Así, toda la carga argumental de la historia alcanza un potencial superior.

INTENSIDAD DE UNA HISTORIA

La realidad aumentada es un término muy de moda que sirve para comprobar la intensidad de una historia. Normalmente, el concepto se identifica con la tecnología en el campo visual, pero no es el único de los sentidos con el que se puede relacionar.

Hoy en día, la conocida generación X empieza a entrar en la edad adulta.  Estas generaciones suponen una masa de consumidores nada desdeñable e integran en su día a día la experiencia digital. Por eso, entienden la estrategia de storytelling como algo a lo que no se puede renunciar y exigen que se apele a las emociones. Como hemos comentado con anterioridad, el olfato es casi el más potente de los sentidos a la hora de generar emociones.

El ejemplo del cine acompañado de su aroma a chocolate representa una experiencia de realidad aumentada y su eficacia es mayor que la de una historia que no utiliza el marketing sensorial.

En AromatizaMe contamos historias en cada uno de nuestros aromas corporativos personalizados 

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